Salmo 23:6
“Sé que tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida, y que en tu casa, oh Señor, viviré por largos días.”
Hay demasiada incertidumbre en nuestro mundo. Incluso hay incertidumbre dentro de nosotros mismos. En ocasiones veo mi vida, mis decisiones, mis luchas y la verdad que me asombro de que Dios pudiera amarme o usarme. En mis insuficiencias, luchas e inseguridades pudiera darle cabida al enemigo a dudar de mi salvación o de la gracia de Dios, pero es ahí donde solo tengo que voltear a las Escrituras y darme cuenta que Dios no se parece nada a nosotros. Él es quien dice ser, cumple su palabra, y que Él haga lo que ha dicho descansa totalmente en su carácter y no en nosotros. ¡Gloria a Dios por eso!
Te quiero animar a que cuando las mentiras vengan a tu cabeza, busques lo que dice la Palabra al respecto. Quizá no siempre sabrás identificar las mentiras pero si algún pensamiento o creencia te está causando conflicto, incertidumbre, ansiedad, miedo o cualquier otra emoción que sea opuesta a Dios, es un gran indicativo de que quizá no está viniendo de las Escrituras. Lo maravilloso de leer la Palabra es que cada vez conocemos más de Dios y comenzamos a identificar lo que sí y lo que no viene de Él. ¡No permitas que tu humanidad te limite a disfrutar de la grandeza de Dios!
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