Pero ustedes, ¡manténganse firmes y no bajen la guardia, porque sus obras serán recompensadas!
(2 Crónicas 15:7)
No todos los días son buenos. Como dice el dicho popular, «no todo son flores». La Biblia no esconde esa realidad. Habrá días de alegría, días de tristeza, días de descanso y días de trabajo arduo (Eclesiastés 3:1-10).
A pesar de las pruebas, la Biblia debe continuar siendo nuestra fuente de fe. Cuando nuestra fe está basada en la Palabra de Dios recibimos la fuerza necesaria para enfrentar el día a día. Puede que la situación a nuestro alrededor sea difícil, pero debemos estar firmes en lo que creemos. Toda tempestad tiene su fin y en su momento nos regocijaremos en el Señor.
Vence el desánimo y confía en Dios
Dios está siempre dispuesto a oírnos, sean días buenos o sean malos. Tú no estás solo, habla con Dios.
La Biblia es nuestra brújula en medio de la tempestad. Orienta tu vida a través de la Palabra de Dios.
Para orar:
Dios, sé que eres Señor de todo, de los días buenos y de los días malos. Guárdame, guíame según tu Palabra. Confío en ti y sé que mi tristeza se convertirá en alegría, pues sé que tú me amas. Amén.
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